domingo, 26 de junio de 2011

EL MIEDO NO ES DE CARTON

Ella dormía mientras yo buscaba una vela para encender mis plegarias.Lo ultimo que me dijo fue no te preocupes! pero como no iba a hacerlo si el “monstruo” recorría las calles atormentándome y esperando que yo hiciera algo al respecto. Pero en verdad lo esperaba? , la verdad no. Era yo la quería hacerlo porque no era capaz de pasar una vez mas por lo mismo...
No logre que el miedo se durmiera, se mantuvo a mi lado punzándome la nuca toda la noche mientras mis ruegos hacían que mi garganta supiera a sangre.
Casi por inercia pensé en aquellas noches cuando mi luz permanecía encendida no para cuidar de “ellos” si no para que “ellos” cuidaran de mí.
Me acurruque junto a mi almohada y el miedo me abrazo por la espalda susurrándome al oído cuan sola podía llegar a estar si todo salía mal, si la puerta no se abría una vez mas y mis ruegos no llegaban a ser oídos por todos los que prometieron cuidar de mi desde ese lugar donde el miedo no existe y donde los poderes mágicos no son solo de hadas y superhéroes.
Pensé en el, y desee con el alma verlo y que todo hubiese sido distinto, que el hubiera estado conmigo para alejar el miedo como bien sabe hacerlo. Pero no estaba y una vez mas sin el, ni pepe grillo asumí mi soledad y lo que acontecía, intentando no pensar mas en eso ya que el miedo en ese momento era mi primer enemigo y debía derrotarlo antes que quisiera formar pare de mi una vez mas y dejara que el monstruo se comiera a todos y a si mismo.
Todo seguía igual y a nadie parecía preocuparle, ¡que más da una vez más! Oi en mi mente, Pero no era cualquier vez, y como siempre eligió la peor.
Recordé sus gruñidos y mis gritos, recordé cuan cobarde puedo llegara a ser, recordé su mirada y sus grandes dientes, recordé también la vez que vi su fragilidad y sus puntos débiles y descubrí que tras aquel miedo que me distraía no habían mas que figuras de cartón y no aquel monstruo gigante que imagine y ahí lo supe, que desde pequeña me he dicho no temas Paz son solo figuras de cartón , para así poder tomar la mano de los mas débiles y atravesar el miedo para que esas figuras no siguieran atormentándome y aquel monstruo volviera a casa sin sus armas y sus colmillos de siempre, pero el miedo no se fue y regreso cuantas veses puedo.
Anoche descubrí que el Miedo no es de catón, y que es a el al que hay que vencer de una vez por todas para así no preocuparse por los monstruos ni por el desamor, ni por la soledad.
Esta noche apagare la luz y no dejare que el miedo duerma a mi lado.

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