Se incrusto en mi cerebro cual tumor cancerígeno, se aloja al medio de cada uno de mis pensamientos haciendo apariciones involuntarias cada cierto tiempo .
Recuerdo la sensación de asco y pena que me provocaron aquellas imágenes y cada una de las letras que formaban esos enunciados llenos de palabras erectas y frases dedicadas a alguien que nunca fui ni seré.
Las palabras dañan aun mas que lo que pudiera ver, mi corazón quiere vomitar cada uno de sus duelos y desilusiones pero aun no encuentra donde hacerlo.
Nadie quiere escucharlo, nadie quiere asumirlo, nadie quiere hablar de aquello que no tiene explicación ni solución mas que la de creer.
Yo ya no creo del todo. Deje de hacerlo a penas vi mi rostro de frente al espejo, ese rostro ajeno que me costo segundos eternos reconocer.
Yo ya no creo del todo. Porque no puedo hacerlo porque el creer conlleva tener fe, y tener fe es fiarse de algo o de alguien y confiar en promesas o hechos. y ya lo dije antes, las palabras se las lleva el viento,las palabras hieren,las palabras tientan, las palabras hechizan, las palabras convencen, las palabras no saben de culpas y remordimientos y a su vez los hechos , que deberían reivindicar los golpes de las palabras ,muchas veces también esconden promesas inconclusas y culpas redimidas en actos que dicen ser actos de fe.
Es una pena...porque yo en el fondo amo las palabras y cada una de sus formas, yo las saboreo cada vez que salen de mi boca, yo las plasmo en papeles que a nadie le interesa leer, yo las atesoro, las entiendo,las siento, las lloro,las vomito, las grito, las utilizo sin maldad o al menos sin la intención real y pura de hacerlo. Pero así de un día a otro lamentablemente deje de confiar en ellas al verlas y escucharlas mal usadas por otros, perdieron el sentido y cayeron devaluadas al piso junto con todas las lagrimas que derrame al verlas agrupadas de tal ajena manera.
Si pudiéramos tan solo hurgar con nuestra mano nuestros archivos mentales y borrar aquellos que nos hacen desilusionarnos o hacer que sintamos pesares que no merecemos, yo y cuando digo YO, es de mi mas puro y sincero cuestionamiento personal. NO borraría ninguno, ya que aunque aun ronda en mi cerebro aquel recuerdo de esa asquerosa y creo que debería escribirlo con mayúscula, ASQUEROSA! sensación que sentí y a pesar de todo lo que acarreo consigo y lo mucho que destruyo mi fe, irónicamente me enseño que muchas veces una peca de ingenua y que la vida no es tan reciproca como desearíamos y que confiar de corazón en hechos o palabras solo es posible con amor puro y verdadero de ese que una bien pero bien en el fondo sabe descifrar de ese que hace que las madres salten a la linea del tren para salvar a sus hijos, de ese amor que algún día desintegrara el tumor que no quiere dejar sus rondas de vigilia y del cual espero vivir y confiar.
